Las Vegas vive estos días la puesta de largo de un segmento de la informática personal que nació hace apenas unos meses de la mano, cómo no, de Apple. Cerca de 80 modelos, de todos los tamaños, sistemas operativos y características, se anuncian estos días a ritmo frenético. Ninguno de los grandes fabricantes quiere ser menos y todos, sin excepción, presentan sus flamantes pantallas táctiles.
Samsung, Toshiba, Motorola, HP, Acer, RIM, Microsoft, HTC, Asus, Dell, Lenovo... enseñan en la capital mundial del juego los dispositivos que, durante este mismo año, inundarán los mercados de todo el mundo. Mientras, Apple hace la campaña a su estilo. Y aunque, como siempre, no acude a la cita anual de Las Vegas, su presencia se nota casi en cada pasillo y los rumores (una de las mejores armas de la marca de la manzana), vuelven a dispararse, esta vez por el próximo, y al parecer inminente, anuncio del iPad2. Cuando los demás lleguen al mercado, a partir de mediados de año, la empresa de Steve Jobs estará ya lanzando la segunda generación de su invento. Lo mismo que hizo con el iPhone o con el iPod.
La razón de esta nueva fiebre por las tabletas es evidente: desde su debut en abril, se han vendido 14 millones de iPad. Y más de un millón de su, hasta ahora, único competidor serio, el Samsung Galaxy Tab, que llegó a los comercios en noviembre. Dicen los analistas que este año se venderán más de 50 millones de tabletas de todas las marcas. Y que en 2012 esa cifra se habrá casi doblado, unos 92 millones de unidades. Un mercado que, según la consultora JP Morgan Chase, moverá a finales de ese año la bonita cifra de 34.000 millones de dólares.
Según convenga
Algunos de los grandes fabricantes (Lenovo, Samsung...) han intentado rizar el rizo y se han sacado de la manga en el CES una nueva clase de producto, un híbrido que puede usarse como una tableta o como un portátil completo, según convenga. Ahí tenemos, por ejemplo, la nueva serie 7 de Samsung o el flamante IdeaPad U1 Hybrid, de Lenovo, una tableta táctil que se puede encajar en una carcasa convencional de portátil. Habrá ofertas para todos los gustos y bolsillos.
Google y Microsoft también anuncian estos días sus estrategias al respecto. El primero, mostrando en acción la nueva versión de su sistema operativo Android (llamada Gingerbread), especialmente pensada para tabletas; y el segundo, con un impactante discurso de su CEO, Steve Ballmer, anunciando una alianza «contra natura» con el fabricante de microchips ARM (que está especializado en chips para móviles y tabletas), dando la espalda a Intel, su socio por excelencia. Una pirueta tecnológicamente más que complicada, ya que las arquitecturas que usan las dos marcas de microprocesadores son incompatibles entre sí, y Microsoft ha estado unido hasta ahora a Intel.